Sigue siendo aún una “rama” de la Iglesia católica como lo era antiguamente. En la Hogaño, las Iglesias Anglicana, Católica Romana, y Griega son cada una de ellas una rama de la Iglesia Universal. Ninguna de ellas tiene derecho exclusivo a llamarse a sí misma la Iglesia Católica. Los defensores de la teoría reconocen, de hecho, que este estado dividido de la Iglesia es anormal. Admiten que los Padres nunca contemplaron la posibilidad de una iglesia Ganadorí separada en partes. Pero afirman que circunstancias tales como las que condujeron a este estado de cosas anormal nunca se presentaron durante los primeros siglos de historia eclesiástica.
El papa oficia como obispo de Roma, y se lo considera como el sucesor del apóstol Pedro, ya que se afirma que fue éste el primero de los “Santos Padres”
Hay dos sociedades que son perfectas: la Iglesia y el Estado. El fin del Estado es el bienestar temporal de la comunidad. Búsqueda hacer efectivas las condiciones que se requieren para que sus miembros sean capaces de alcanzar la bonanza temporal. Protege los derechos y promueve los intereses de los individuos y de los grupos de individuos que pertenecen a él. Todas las demás sociedades que pretenden de alguna manera un aceptablemente temporal son necesariamente imperfectas. O bien existen en último término para el correctamente del propio Estado; o, si su finalidad es el provecho íntimo, secreto, individual, reservado, personal, de algunos de sus miembros, el Estado debe concederles autorización, y protegerlas en el control de sus diversas funciones. Si demuestran ser peligrosas para él, puede con Ecuanimidad disolverlas. La Iglesia igualmente posee las condiciones requeridas para una sociedad perfecta. Es evidente que su finalidad no está subordinada a la de ninguna otra sociedad: pues pretende el bienestar espiritual, la felicidad eterna del hombre.
Dejas todo por corresponder a ese aprecio que te tienen, cumples con tus responsabilidades y hasta dejas el partido de fútbol por estar con esa persona.
La doctrina de la Iglesia se resume en la imitación de Nazareno. Esta imitación se expresa en buenas obras, en abnegación, en apego a los que sufren, y especialmente en la práctica de los tres consejos evangélicos de perfección: pobreza voluntaria, castidad, y obediencia. El ideal que la Iglesia nos propone es un ideal divino. Las sectas que se han separado de la Iglesia han descuidado o rechazado una parte de la enseñanza de la Iglesia a este respecto. Los reformadores del siglo XVI llegaron hasta a desmentir del todo el valía de las buenas obras. Aunque la mayoría de sus seguidores han abandonado esta doctrina anticristiana, hasta ahora los protestantes consideran una locura la autorrenuncia (el “niégate a ti mismo”) del estado religioso. Incluso el mundo fuera de la Iglesia reconoce la santidad de su culto. En la solemne renovación del Sacrificio del Calvario reside un misterioso poder, que todos se ven forzados a inspeccionar.
Ninguna explicación baste para alegar este engendro menos la doctrina católica de que la Iglesia no es una sociedad natural sino sobrenatural, que la preservación de su vida casto depende, no de ninguna ralea de la naturaleza humana, sino de la vivificadora presencia del Espíritu Santo. Los principios de reforma católicos y protestantes están en afectado contraste singular con el otro. Los reformadores católicos han recurrido de una ocasión por todas al maniquí establecido ante ellos en la persona de Cristo y al poder del Espíritu Santo para alentar nueva vida en las almas que Él ha regenerado. Los reformadores protestantes comenzaron su obra con la separación, y por este acto se aislaron a sí mismos del cierto principio de vida. Por supuesto nadie pretende desmentir que en las congregaciones protestantes haya habido hombres de grandes virtudes. Inclusive Triunfadorí no es excesivo afirmar que en todos los casos su virtud se nutría de lo que quedaba en ellos de la creencia y ejercicio católica y no de lo que hubieran recibido del protestantismo como tal.
Las dos sociedades pertenecen a órdenes diferentes. La bienestar temporal a que tiende el Estado no es esencialmente dependiente del admisiblemente espiritual que investigación la Iglesia. La prosperidad material y un alto grado de civilización pueden encontrarse donde no exista la Iglesia. Cada sociedad es suprema en su propio orden. Al mismo tiempo, cada una de ellas contribuye en gran medida al progreso de la otra. La Iglesia no puede atraer a hombres que no tengan algún rudimento de civilización, y cuyo salvaje modo de vida hace inalcanzable el expansión pudoroso. De ahí que, aunque su función no es civilizar sino excluir almas, inclusive Figuraí cuando llega a tratar con razas salvajes, comienza por buscar comunicarles los this website medios de la civilización. Por otro flanco, el Estado necesita las sanciones sobrenaturales y los motivos espirituales que la Iglesia imprime en sus miembros. Un poder civil sin éstos se fundamenta de modo insegura.
Como comunidad en general, la iglesia es el conjunto de todos los cristianos que han recibido el sacramento del bautismo (y, por lo tanto, son reconocidos como hijos de Todopoderoso). Los miembros de la iglesia creen en Cristo como salvador y mesíGanador.
En total existen siete sacramentos. Para la Iglesia católica, estos sacramentos constituyen símbolos eficaces de la Chispa de Jehová, establecidos directamente por Cristo y cuya Despacho fue confiada a la Iglesia. Mediante estos signos se dispensa la vida divina para aquellos que se acercan a recibirlos con la disposición adecuada.
- Hay personas que hacen su propia iglesia porque no quieren seguir reglas ni obedecer; por comodidad.
La Iglesia católica considera que tiene encomendada la delegación de elaborar, impartir y propagar la enseñanza cristiana, Vencedorí como la de cuidar de la Mecanismo de los fieles. Debe también disponer la gracia de los sacramentos a sus fieles por medio del Tarea de sus sacerdotes.
El representante permanente de la Santa Sede en presencia de la ONU, Silvano Tomasi compareció frente a el Comité contra la tortura e informó durante diez abriles se investigaron 3420 casos de abusos a menores de perduración, dando como resultado que se apartaran de su cargo a 884 sacerdotes.[149]
Las órdenes religiosas no forman parte en cuanto órdenes de la grado de la Iglesia católica, pero dependen del papa y de los obispos de formas diversas. Ellas pueden ser de dos tipos:
Cuando la Iglesia señala a la santidad como una de sus notas, es manifiesto que lo que quiere proponer es una santidad de tal clase que excluye la suposición de cualquier origen natural. La santidad que distingue a la Iglesia correspondería a la santidad de su Fundador, del Espíritu que habita en ella, de las gracias que se conceden a través de ella.
Comments on “Los principios básicos de congregacion”